AVISO1: Estas reflexiones sobre los derechos de la propiedad intelectual se refieren unicamente al SECTOR CINE y AUDIOVISUAL. AVISO 2: Con respecto a la Ley Sinde he oído y leído muchas perogrulladas (es muy difícil tener TODA la información). Allá van las mias (yo tampoco tengo TODA la información).
Una de las frases que mas gracia me hace últimamente es: "vamos hacia un modelo nuevo de negocio....", dicho en relación con el mundo y la Industria del Cine. Siempre me hacen mucha gracia las frases tópicas dichas superenserio. A veces, poco me importa que sean verdad o no. A ese género pertenecieron e, increíblemente, pertenecen aún: "Donde haya camiones, paramos a comer", "El futuro está en Internet", o "Los blues hay que tocarlos en un burdel".
El mundo del cine en España se ha tomado demasiado superenserio a sí mismo. Ese es su mayor pecado. Se ha tomado demasiado superenserio su papel de guardianes de un formato "cálido, romántico, evocador y entrañable": el celuloide. Increíble, pero cierto: incluso, a día de hoy, algún cineasta tiene problemas de conciencia y se despierta de noche sudando sobresaltado si rueda su peli en digital. El mundo del cine, se ha tomado superenserio la sala de cine: "cálida, romántica, evocadora y entrañable". Cuando de chaval tirabas pipas y escupías desde gallinero, no creo que le pareciera tan entrañable al de abajo. Y se ha tomado tan superenserio su rango de Arte Mayor: "un arte cálido, romántico, evocador y entrañable"- que ha puesto el listón muy alto. Y muchas películas no han estado al nivel de ese Arte Mayor. Lógicamente.
Unos amigos mios, me decian un día, que habian alquilado una comedia española (no diré cual, porque soy un patriota) y que les habia parecido muy mala. Yo les dije que había ido con mis sobrinos -con los cuales he visto la excepcional "Los Increíbles", por ejemplo- a ver "Una Noche en el Museo 2" y que, a pesar de no ser española, les aseguraba que ni me gustó a mí, ni les entusiasmó a ellos. El problema es que con tanta tradición reciente de superenserio, la película española parece que defrauda mas que la yankee (uso este término, por volver a ser patriota).
Este superenserismo ha hecho que la industria no haya querido enfrentarse , hace mucho tiempo ya, a los problemas que se le avecinaban: Tan embobados estabamos (uso "embobados" por patriotismo) con el modelo de toda la vida: "cálido, romántico, evocador y entrañable".
Se ponga como se ponga quien se ponga, el cine va hacia un modelo de negocio. El nuevo modelo de negocio es NETFLIX y plataformas similares. No es nueva en absoluto, mucha gente la conoce, funciona ya. La teoría es la siguiente. Puedes ver películas en streamline por un precio al mes. Tienen en su catálogo un número inmenso, pero limitado de películas. Si otra plataforma quisiera meterse en el negocio, tendría que conseguir los derechos de las películas que desee para su catálogo y asunto solucionado. Si resulta que yo tuviera los derechos de tres documentales sobre la frontera galego-lusa, dirigidos por Victor Coyote y nadie los quisiera comprar, se supone que podría montar, sin muchas trabas legales, una página on line donde la gente podría ver esos documentales. Sin suscribirse esta vez, sino pagando por visionado. En determinadas plataformas puedes comprar las películas para tenerlas en tu disco duro. Y por supuesto, los grandes estrenos, constituirían un acontecimiento por el que habría que pagar un plus. Exactamente como los partidos de pago. Con todo lo que genera de publicidad, de ingresos extra en todo el mundo.
Este no es un modelo NUEVO de negocio. Es un modelo VIEJO de negocio. Es lo mas parecido que conozco a un video-club. A un video-club online. Y, ¿es acaso un video-club un modelo NUEVO de negocio?.
El problema del VIDEO CLUB virtual es el precio. El DVD de la película "Navajeros" de Eloy de la Iglesia vale en una tienda entre 5 y 7 euros. Proporcionalmente, en un videoclub virtual su precio de compra debería oscilar, digamos, entre 1 euro y 4 euros, puesto que no hay funda, no hay impresión en papel, no hay distribuidor, no hay empleados en la tienda o no hay envío por correo. El producto se abarata. El alquiler no debería de pasar de medio euro. Hablando de pago individual. En cuanto al pago por suscripción, por poner un ejemplo de actualidad, la tarifa plana de Netflix en EEUU es de 7,99 dolares al mes.
Con estos precios y una campaña de publicidad: "Vea cine on line. PRECIOS POPULARES" (slogan publicitario nada nuevo, por cierto), las descargas ilegales de películas se verían seriamente amenazadas. Incluso en el pais de nacimiento del pazguato inventor de "la cultura debería de ser gratis": este pais.
Con respecto al negocio cinematográfico, señores del Gobierno, legisladores y demás implicados: dedíquense a poner de acuerdo a Sociedades de Autores -y Editores- (sgae), productoras -mutinacionales o no- y demás implicados para que el modelo Video Club On Line sea efectivo, rentable y justo. Y a las distribuidoras, átenlas bien corto, que en este negocio son ellos los intermediarios que semi-sobran (semi-sobran muchos en la era internet). Si es que pueden, o está en sus intereses.
Una vez hecho esto, y sólo en lo que respecta al CINE y AUDIOVISUAL, (en el apartado música, literatura y demás la solución es bastante mas compleja, por la inmediatez, a día de hoy, de las descargas) métanle un puro a las páginas de descarga gratuita. Y cóbrenle a las teléfonicas con efecto retroactivo lo que nos deben por ser las grandes beneficiadas hasta este momento: la situación Video Club On Line, El modelo "nuevo" de negocio.
Victor Coyote